<<En uno de los apéndices a los Principios de las matemáticas (1903), Russell llama la atención sobre la lógica de Frege y apunta una contradicción en la noción de los conjuntos que no pertenecen a sí mismos. (¿Es este conjunto un elemento de sí mismo? Si lo es, no lo es; y si no lo es, sí lo es.) Como la lógica extensional de Frege depende de la traducción de todos los predicados (es decir, conceptos o intenciones) a conjuntos y, de este modo, de la formación de conjuntos de elementos de cualquier tipo, la paradoja de Russell fue un golpe en el corazón de la totalidad del sistema.>>
Randall Collins, Sociología de las filosofías. Editorial Hacer, Barcelona 2005.
Cap. 13. La condición post-revolucionaria: La demarcación como problema filosófico