Refutando el escepticismo epistémico

El escepticismo defiende que no podemos saber nada, incluso que no podemos estar seguros de que haya un mundo. En mi opinión esto puede refutarse dando diferentes argumentos:

1)      Saber, algo sabemos. El escéptico tiene buenas razones para negar el grado último de certeza. No obstante, en una concepción gradual de la verdad su postura es frágil.

2)      El escéptico entra en contradicción consigo mismo pues para argumentar que no sabemos nada supone el propio mundo.

3)      El escéptico confunde problemas de subjetividad con cuestiones ontológicas.

4)      El escéptico queda desarmado cuando al preguntarnos qué sabemos respondemos sobre lo que aprendimos de pequeño, esto es, caminar, hablar, pensar, hablar, etc.

5)      El paradigma actual está conformado de un gran conjunto de enunciados observacionales y enunciados generales. Tomando el subconjunto que hace referencia a la naturaleza humana, así como sus capacidades cognitivas, es más que razonable pensar que los problemas de subjetividad, que los escépticos interpretan ontológicamente, son una consecuencia lógica de la evolución natural. Es decir, tomando como criterio el compatibilismo, donde la teoría que sea más compatible con más enunciados observacionales es más probable de ser verdad, el escepticismo se reduce a una posibilidad racional no respaldada ni por la coherencia del escéptico con lo experimentado ni por la probabilidad del compatibilismo.

Así pues, una cosa es que el conocimiento se erija sobre supuestos indemostrables y otra cosa es pensar cosas como que estamos en Matrix. El escéptico abusa de las posibilidades que nos brinda la razón y la imaginación. El hecho de que no podamos demostrar que hay un mundo normal es consecuencia de lo que sabemos sobre evolución natural, el desarrollo cognitivo del ser humano, la formación de la cultura humana, en definitiva, con datos y datos. Decir que todo puede ser Matrix es tan improbable, tan increíble, tan incongruente con esos datos y nuestra forma de vivir, que parece una locura retorcida defender la postura escéptica.

12 comentarios en “Refutando el escepticismo epistémico

  1. Me parece muy simplista reducir el discurso esceptico a esta caricatura que criticas.
    Hay que saber diferenciar entre «lo que dice el esceptico» y «lo que dicen que dice». El principio basico del escepticismo es que NO existe ningún argumento que se sustente en una verdad incuestionable. No existe ningún lecho de roca impenetrable sobre el que descansen las verdades insolayables.
    Todos los «descubrimientos» cientificos, todas las demostraciones experimentales, recurren a una determinada teoria para interpretar los fenomenos observados. Por tanto no hay ningun aspecto de la realidad que sea aprehendido por los humanos que tome significado alguno si no es en relación a un marco interpretativo, esto es, un discurso fundamentado en juegos de lenguaje.
    Por tanto, «los hechos» no demuestran nada por si solos, requieren de un lenguaje para ser interpretados (matemático o narrativo), y no hay forma de comparar «trozos de lenguaje» con «trozos de realidad». Porque no hay forma de acceder a «los hechos» desde fuera del «conocimiento de los hechos».
    Aqui no hay confusión entre lo ontológico y lo subjetivo de ningún tipo. La cuestión es que resulta ingenuo creer que un ente linguistico y subjetivo pueda adoptar un punto de vista objetivo para lograr alcanzar la esencia del objeto, porque independientemente de cual sea esa, jamas podra aprehenderla sin transformarla en una descripción.
    Hoy en dia la dominación del positivismo sobre el resto de enfoques epistemologicos propicia cierta confusión entre ciencia y experimentalismo empirista, entre ciencia y verdad e incluso entre verdad y realidad. Pero la cuestión esceptica se trata desde Protagoras, Berkeley, Kant, Fayerbend hasta nuestros dias, y esto es porque el realismo ingenuo que defiende el positivismo es tan solo UNA de las formas de comprender la ciencia.
    Si tan facil es rebatir los argumentos del escepticismo, porque todavia se sigue hablando tanto de nuestra relación con el conocimiento?

  2. Hola Ruben, gracias por comentar, siempre es un gusto el debate.

    En mi opinición, sin pretender ser del todo convincente pues eso es imposible, el propio principio del escéptico se origina en una concepción excesivamente racional e imaginativa, y lo peor, incoherente con lo consabido.

    En la mayoría de casos, pienso que es retorcido cuestionar que «el fuego está quemando esa hoja seca» no refiera a un hecho en el que el fuego está quemando efectivamente una hoja seca. Lo mires cómo lo mires, es retorcido ¿No te parece?. Y es que el lenguaje, en este caso, cumple claramente la función de permitirnos referirnos al mundo de los hechos.

    El escéptico parece ignorar que el lenguaje surge de la evolución natural como una capacidad adaptativa. La teoría biológica subyacente, constrastada y verificada (o si prefieres, no falseada), permite entender las propiedades del referir de las palabras: el lenguaje se desarrolló como herramienta comunicativa en un momento en el que la organización social se volvió más compleja. En este contexto, el lenguaje surgió simplemente como un medio para relacionarnos mejor con el mundo. Por lo tanto, estaremos de acuerdo de que yo utilizaré el lenguaje para hablar del mundo y que, por lo tanto, el lenguaje no será el mundo sino un instrumento. Pero ojo, y aquí es donde discrepamos, lenguaje y mundo estarán íntimamente interrelacionados de la misma forma que nuestra morfología responde al mundo al que estamos adaptados (nuestros ojos frontales reflejan nuestro pasado depredador y nuestras manos con los pulgares oponibles nuestro pasado arbolícola). Dicho de otra manera, si digo que «la hoja seca se está quemando» esto tendrá mucho que ver con los que esté ocurriendo efectivamente en el mundo. Y esta coincidencia se explicará simplemente porque por selección natural no serviría absolutamente de nada un lenguaje que no refiriese a los hechos (es, pues, absurdo pensar en la idea de un lenguaje cuya acción no pueda compararse con la realidad).

    Mi crítica al escéptico, en conclusión, sigue este itinerario: Primero, exhorto al escéptico a que se empape de lo que hoy en día se sabe sobre cómo y por qué accedemos al mundo (y que supone disciplinas como la psicología, la biología o la antropología con todos los errores que pueda contener dicha información). Segundo, le cuestiono, a la luz de lo anterior, su concepción del lenguaje y, por extensión, de la razón. Tercero, rebato los argumentos del escéptico desde mi enfoque pragmático sin entrar en el juego de las triquiñuelas lógicas y sudokus racionalistas perdiendo de vista la filogenia de nuestra especie.

  3. Gracias por contestar.

    Lo siento pero no puedo compartir una visión tan biologista del ser humano. Para mi la cultura marca una clara ruptura en el proceso evolutivo. Los procesos de desarrollo que se producen a partir de la adquisición del lenguaje son cualitativamente distintos a los estadios anteriores de evolución, y por tanto, creo que es impreciso considerar al lenguaje una «adaptación lógica» a la realidad.
    Creo que es fundamental distinguir entre útil y verdadero. Una cosa es que efectivamente el lenguaje posee una capacidad referencial que resulta muy adaptativa, del mismo modo que todos los conocimientos científicos de los que disponemos nos han permitido desarrollar una tecnología que en cierto sentido puede considerarse una adaptación «exitosa» al medio. Sin embargo no existe ninguna conexión lógica que conecte la utilidad con la verdad.

    Precisamente lo que se de psicología y antropología me hace dudar enérgicamente de la posibilidad de acceder a la realidad de forma independiente a la cultura. Y por cultura entiendo, en gran parte, lenguaje, como la mayor parte de los autores que protagonizaron el Giro Lingüístico y los que hoy en dia desarrollan el paradigma hermenéutico. Y personalmente creía que el enfoque pragmático simplemente asumía que el significado surgía de la utilidad, pero que en ningún caso tenia por que ser cierto. De hecho considero que la concepción pragmática de la ciencia es fundamentalmente instrumentalista.

  4. Hola Ruben

    Primero de todo debo disculparme porque he utilizado erróneamente el concepto de “pragmático”. Cuando hablaba de enfoque “pragmático” quería oponerme al enfoque lógico, típico de posturas escépticas, donde los experimentos mentales priman sobre el conocimiento acumulado en antropología o psicología.

    Se me ocurre una diferenciación que puede ayudar a aclarar todo este asunto. Por un lado, tenemos el lenguaje como un nuevo recurso del ser humano. Por otro lado, está la cuestión de la correcta utilización de este nuevo recurso y la posibilidad de producir conocimiento.

    En cuanto a lo primero, sobre el lenguaje (y la cultura) como nuevo recurso, tú piensas que hay una ruptura en el proceso evolutivo. Creo que estaremos de acuerdo al considerar al lenguaje de hoy en día como una abertura a un mundo lleno de posibilidades, como un nuevo estadio donde el hombre puede contradecir la propia naturaleza. Y ello es porque el lenguaje nació como adaptación (lo cual muestra su capacidad para referir a la realidad) a un modo primitivo de cultura humana, pero luego, con el surgimiento del pensamiento formal gracias al alfabeto consonántico, el lenguaje se emancipó de la realidad natural (por lo que el lenguaje ahora también es capaz de no referir a la realidad y es, como decía, capaz de contradecir lo natural). Así pues, en la medida que lo abstracto entra en acción, se produce la ruptura que dices. Yo no sé si lo consideraría una ruptura pero reconozco que es un suceso revolucionario.

    Ahora bien, en cuanto a lo segundo, sobre la correcta utilización del lenguaje y la posibilidad de producir conocimiento, no estaremos tan de acuerdo. Soy de la opinión de que el lenguaje actual, aunque mucho más complejo y libre de referir lo que le plazca, conserva la capacidad primigenia de referir a los hechos cuando toma ciertas precauciones: sobretodo cuando evita el lenguaje abstracto. Es decir, el lenguaje es capaz de referir a la realidad cuando digo cosas como “esta piedra es esférica”. En estos casos estoy utilizando un lenguaje descriptivo (concreto y poco abstracto). Así pues, creo que el lenguaje descriptivo actúa como mediador de una forma limpia, sin adulteraciones realmente importantes. Los problemas epistemológicos empezarían cuando pretendiéramos explicar lo observado mediante enunciados generales. Entonces estoy de acuerdo que la cultura entraría contundentemente en acción.
    En conclusión, defenderé que una parte importante del conjunto de enunciados observacionales en el que se apoya el conocimiento científico será verdad (en el sentido de la teoría de la verdad por correspondencia) pues refieren a fenómenos fáciles de observar y muy poco vulnerables a la falibilidad. Por ejemplo, puedo aseverar con un grado alto de certeza (y no digo con absoluta certeza) que “ese trozo de madera flota”. Quizás las teorías que explican qué hace que la madera flote estén equivocadas, sin embargo mi aseveración seguirá siendo cierta. En otras palabras, habría una enorme cantidad de enunciados observacionales conectados con teorías pero en un grado de dependencia lógica muy diferente a enunciados como “el agujero negro se encuentra en las coordenadas que te mandé” y que supondrían, críticamente, determinados modelos teóricos.

  5. Hola Aleix,

    por lo que vamos perfilando, estamos mas o menos de acuerdo en que el lenguaje no es una representación isomórfica de la realidad. Lo que no comprendo entonces es como puedes afirmar por un lado que el escepticismo epistemológico es completamente absurdo y por el otro que en los enunciados complejos de las teorías científicas si que entra en juego la influencia de la cultura.

    Dices que para ti una frase simple como “esta piedra es esférica” no contiene grandes distorsiones y por tanto puede estar mas cerca de la realidad que un enunciado científico. En primer lugar tengo que decir que lo que creo que estamos discutiendo es la posibilidad de generar conocimiento científico objetivo, y en este sentido, con tu afirmación me das en parte la razón, porque los enunciados generales, las leyes universales, son mas susceptibles que las frases simples a ser distorsionados por la cultura.
    En segundo lugar, quiero insistir en que, ni siquiera la mas simple de las aseveraciones esta exenta de influencia cultural. Puesto que el concepto de «madera», «agua» o «flotar» son relativos a una visión particular del mundo. Te propongo uno de los experimentos mentales a los que haces alusión. Si fueses del tamaño de una bacteria, o de un electrón, como conceptualizarías «madera» o «flotar»? Desde esa escala la mayor parte de indicadores y referentes en los que te basas para afirmar que «esto es madera» no tendrían sentido.

    Y otra cosa que no me queda clara de tu argumento es que cuando dices
    «Quizás las teorías que explican qué hace que la madera flote estén equivocadas, sin embargo mi aseveración seguirá siendo cierta.»
    A que te refieres por “cierta”?

    Te agradezco mucho la posibilidad de seguir con el debate, y la serenidad de tus respuestas, espero que lleguemos a comprender nuestras respectivas posturas.

  6. Buenas Ruben, siento haber tardado en contestar. Tengo mucho trabajo… por suerte.

    Sí, estamos de acuerdo en que el lenguaje implica procesos cognitivos y una cultura.

    Lo que me parece absurdo del escepticismo epistemológico es negar que hay conocimientos menos subjetivos que otros. Es decir, que no podemos hablar de verdad porque la certeza es imposible. Por ello yo defiendo una concepción gradual de verdad donde en un extremo estaría lo completamente falso y en el otro, lo completamente veraz. Dado que el lenguaje implica procesos cognitivos y una cultura parecería que el escepticismo es razonable. Por lo contrario, yo pienso que conociendo cómo se dan estos procesos cognitivos y cómo el conocimiento está relacionado con el vivir en sociedad, podemos comprender por qué hay conocimientos más certeros que otros. Para mí, estudios en psicolingüística, biología, psicología o antropología, son la clave para hacer una diferenciación que el escéptico no hace, a saber: que hay conocimientos que son producto de procesos cognitivos y culturales que distorsionan gravemente lo primariamente percibido por los sentidos y que hay conocimientos que son producto de estos procesos pero que apenas distorsionan lo percibido. Y una cosa más, incluso en aquellos casos donde el proceso en cuestión involucra factores psicológicos y sociales, se puede comprender qué factores son éstos y cómo afectan a la producción de conocimiento, posibilitando así tomar contramedidas. Por ejemplo, si conozco estudios en Psicología Social que me ayudan a entender cómo de inmerso estoy en un colectivo con determinadas creencias, entonces me esforzaré en involucrarme en grupos que me den una visión diferente (por lo que luego, en teoría, tendré una visión más completa de la realidad).

    En cuanto a la aseveración que hice sobre la madera y la certeza diferenciaba dos niveles de conocimiento: el descriptivo y el teórico. El primero es medible y observable, el segundo no. El único seguro, a grandes trechos, sería el primero. El segundo sería más complicado de saber si es verdad.

    El conocimiento científico objetivo, en tanto que involucra enunciados generales, involucra problemas epistemológicos graves como el problema de la inducción y otros propios de la abstracción (sobre ello escribí: http://wp.me/pEJiu-o1 ), los procesos cognitivos y la cultura. Dados estos tres factores se socavaría la pretendida objetividad. De todas maneras, hay ámbitos del conocimiento, como la física, más impermeabilizados a estos factores distorsionadores. La teoría de la gravitación de Newton y la teoría de la relatividad de Einstein son buenos ejemplos. Pongo estos dos ejemplos a propósito porque la teoría de Einstein asimila la de Newton, sin embargo no decimos que la de Newton no es verdad o que está distorsionada o contaminada por procesos subjetivos. Las leyes de Newton son verdad si no se pierde de vista cómo fueron creadas. Es decir, mientras nos mantengamos dentro de las proporciones de los cuerpos que observó así como el margen de precisión que estableció en sus mediciones, sus leyes son totalmente vigentes. Añadir la relación tiempo y masa permite explicar y predecir una mayor cantidad de hechos incluso exigiendo mayor precisión en las medición. En fin, yo lo entiendo así y lo creo muy diferente a pensar que la teoría de Newton fue falsada.

    Como decía, creo que la física es una ciencia especialmente impermeable a las distorsiones cognitivas y culturales. Por supuesto, y como bien dices, todo esto se da en un contexto cultural pero es un conocimiento que ninguna cultura niega ni acusa de relativismo cultural. Einstein y Newton están más allá. En cuanto a que suponen una visión particular del mundo por el simple hecho de que somos humanos, decirte que mi concepción del conocimiento objetivo parte de la necesidad de conocer el sujeto cognoscente para hablar de verdad. Es decir, cualquier enunciado será verdad si hay una triple correspondencia entre sujeto, lenguaje y objeto. No es sólo la correspondencia entre lenguaje y el objeto sino la correspondencia entre sujeto y objeto. Como he repetido en varias ocasiones, doy un gran peso a la adaptación natural y por ello creo que somos sujetos preparados para conocer el entorno. En este sentido entiendo la correspondencia entre sujeto y objeto. Por ejemplo, si el ser humano tiene la capacidad de ver objetos que emiten/reflejan radiación electromagnética de una determinada longitud de onda determinada no es por casualidad. Este intervalo (380-780 nm) coincide con el espectro solar, es decir, con el tipo de radiación electromagnética que emite nuestro Sol. Es a la luz (nunca mejor dicho) de ello que el enunciado descriptivo “esto es azul” tendría sentido y sería verdad (si suponemos que tiene los ojos bien y su cerebro procesa lo percibido visualmente con normalidad). Luego, a partir del conjunto de enunciados observacionales tan seguros, las teorías inducidas aprovecharían la calidad de este conocimiento. No obstante, no de una forma infalible pues tenemos muchos ejemplos de teorías que dominaron durante mucho tiempo y que luego se eliminaron.

    No sé si he aclarado mucho porque he introducido en el debate nuevos elementos.

    Salud

  7. Rubén, pues, si «NO existe ningún argumento que se sustente en una verdad incuestionable», entonces este mismo aserto es cuestionable…

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