Con las nuevas formas de organización social, política y económica en la antigüa Mesopotamia surgen los escribas y los funcionarios al servicio real, un nuevo tipo de especialistas encargados de dominar la creciente complejidad de la producción, la administración y el gobierno. Éstos forman una subcultura informática escritural, base de la subcultura científica operativa, es decir, un subsistema con prácticas y entornos propios de las nuevas técnicas de la información y la comunicación así como su aplicación manifiestamente operativa. Los escribas estaban liberados de los trabajos de producción material y su trabajo estaba relacionado con las técnicas simbólicas. Desarrollaron la escritura, la notación, el cálculo matemático, la geometría, la astronomía, etc. Estas técnicas sirvieron para el registro y la gestión de datos, la medición, el cálculo, y, en general, el procesamiento y la anticipación de la información. Para ello disponían de su propio entorno material, es decir, de sus propios utensilios de escritura, medición, cálculo, etc. A pesar de tener propiedades únicas, compartían algunas prácticas y entornos con otras subculturas. Este solapamiento se daba pues tanto campesinos, artesanos, sacerdotes y escribas compartían instituciones, normas y leyes.
Los escribas y sacerdotes produjeron tratados matemáticos dirigidos a sus aprendices. Estos textos estaban relacionados con prácticas y problemas metrológicos relacionados con las tareas y los contextos administrativos cotidianos así como procedimientos matemáticos independientes de tales contextos. Habían dos tipos de textos: de tablas (matemáticas, metrológicas y técnicas) y de problemas (contenían información para su resolución, excepto de la información de los textos de tablas).
Los impactos, es decir, las consecuencias y el resultado de los sistemas culturales y subculturas de la información y el conocimiento escritural, permitieron la inducción, es decir, la extracción, a partir de su práctica, de nuevas posibilidades, como lo fueron las nuevas sociedades de la información escritural y del conocimiento científico operativo. Ésta se estableció cuando se estabilizó la profesión de escriba lo que significó la práctica continuada de métodos de notación numérica y escritural y, por lo tanto, el desarrollo del procesamiento simbólico.
Estas innovaciones permitieron el surgimiento del conocimiento científico operativo puesto que la matemática empezó a aplicarse sistemáticamente en el planteamiento y resolución de problemas operativos concretos que los escribas manejaban mediante tablas y los calculi.
Uno de los impactos más importantes fue el surgimiento del Estado. Gracias al desarrollo del procesamiento simbólico fue posible la administración comunitaria de una organización cada vez más amplia de trabajadores. Ello se controló por medio de sistemas de registro, de comunicación, burocráticos, de supervisión, de anticipación, legislativos, etc. Este último, el legislativo, tuvo una importancia capital en la práctica jurídica. El Código de Hammurabi es el caso de código más importante. En él se recoge la forma de conocimiento propio del saber operativo, es decir, la forma “si…, entonces…” la cual era hermana de la matemática.
Otro de los grandes impactos fue la astronomía que, aunque no comparable con el surgimiento del Estado, permitió que éste pudiese optimizar las actividades agrícolas mediante el control de las estaciones. Por otro lado, la expansión del estado requería un calendario unificado. Es también conocido el interés por las configuraciones astrales las cuales se pensaba que estaban en relación, por misteriosas leyes de correspondencia, con la vida terrestre, y sobretodo, con la vida de los reyes.
La filosofía se inició tímidamente a partir de la práctica de los escribas al hacer un trabajo de legitimación del poder, de las divinidades y otros asuntos de interés social, simbólico, etc., con tal de que sus habitantes lo aceptaran. Un ejemplo es el poema Enuma Elish, el cual, mediante una relato mitológico sobre Marduk y el firmamento (elaborado con todos los resultados astronómicos del momento), significaba la legitimación del rey por parte de la divinidad.
La escritura, por sí sola, por su naturaleza lineal y su capacidad para perennizar, hizo nacer la historia. Además, como acabo de decir, inició la filosofía pues se daba una nueva situación que la tradición desconocía. Esta situación consistía en la separación entre quien escribía y quien leía. Una separación que permitió un discurso general y objetivo lo que conduciría a la capacidad abstractiva de la escritura más desarrollada: el alfabeto.