
El Sistema Solar parecería estar envuelto en una hipotética capa formada por billones de cuerpos (compuestos por hielo, metano, etano, CO, HCN y roca) cuya masa se estimaría como equivalente a 5 planetas Tierra. Esta membrana exterior, llamada Nube de Oort, definiría la última frontera de nuestro sistema estelar y el inicio en rigor del espacio interestelar.
Para llegar hasta la Nube de Oort deberíamos viajar ¡a la velocidad de la luz durante un año (está a 10.000 veces la distancia)! ¡y es que se encuentra a solamente 1/4 de la estrella más cercana al Sol (Próxima Centauri)!
Podríamos decir que hasta esa región se notarían los efectos de la gravedad de nuestra Sol. No obstante, su poder sobre estos cuerpos sería extremadamente débil, haciendo que fueran inestables y muchos salieran o bien disparados hacia el espacio interestelar, como sondas espaciales errantes, o bien como cometas hacia el interior del Sistema Solar (como el cometa Halley).
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