Procrastinar significa posponer una tarea, perder el tiempo. Recientemente, he participado en el libro «Lo haré mañana» en el que de una forma rigurosa y muy práctica se aborda este comportamiento, sobretodo cuando supone un problema para la salud, la psicología, los estudios y el trabajo. En él se busca aportar todo tipo de soluciones y reflexiones para su resolución.
En mi capítulo me he centrado en la procrastinación laboral, en cómo el estrés, el aburrimiento, la falta de gestión del tiempo y los pensamientos pueden perjudicar el rendimiento en el trabajo.
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Publico aquí un fragmento del capítulo sobre tipos de pensamientos que motivan la procrastinación:
“Los hombres no se perturban por las cosas, sino por la opinión que tienen de éstas”. Epicteto, filófoso griego (50-125 D.C)
¿Y si al plantearnos nuestras posibilidades creemos que somos incapaces de hacer nada? El procrastinador suele caracterizarse por un discurso interno autoderrotista. ¿Qué nos estamos diciendo para llegar a todo ello? Cuando estoy estresado o deprimido ¿Qué pienso sobre mí mismo? Uno de los factores típicos del procrastinador son las llamadas creencias limitantes, pensamientos sobre nosotros o el mundo, que en vez de ayudarnos nos perjudican. Sigue leyendo



La propiedad más importante del ser humano, es su capacidad de formar y mantener relaciones. Estas son absolutamente necesarias para que cualquiera de nosotros pueda sobrevivir, aprender, trabajar, amar y procrearse.
