
👧🏻👦🏼👶🏻 El niño que no se aburre es víctima de la sobrestimulación. La hiperactividad y la hiperestimulación nos acechan y nos enferman silenciosamente, invisibles por ser el mal de muchos. Pero es por ese mundo exterior saturado que en la mente de los niños no se despliegan infinitos mundos surrealistas y oníricos, mundos internos donde la creatividad es ley y su realidad no tiene límites.
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