Alí VS Foreman (poema)

Obit Muhammad Ali

foreman-001

Ya,
el duelo ha finalizado,
ya es mío,
lo derroté.

Este combate,
mi obra maestra,
pura artesanía marcial,
junto a mi gran enemigo natural,
terrible campeón,
George Foreman,
cayendo abatido ante mí,
toda su gloria sobre mí.

Ahora él es nada,
tan sólo una ofrenda,
una muestra de excelencia,
en el arte de la guerra.

Míralo,
el gran George,
está derrotado,
totalmente acabado,
y él lo sabe,
lo asume,
con todo su ser…
la lucha por la vida ya es en él
un recuerdo del pasado,
lejos del presente,
son sólo ecos de fondo,
de cuando vivía,
y confiaba poder ganarme a mí,
al grandísimo Muhhamad Alí.

Él confiesa sus pecados,
mientras cae derrumbado,
sopesa sus milagros,
ofrece su vida,
en justa paz,
esperando el golpe fatal,
por parte de su justo verdugo,
golpe que no doy,
golpe que trae consigo,
el sudor de mi pasado,
la violencia de nuestro contrato,
realidad que golpea por fin,
como sentencia del destino,
la inercia de toda una vida,
en la belleza de su caer.

Y él cae y cae,
despacio,
a cámara lenta,
las respiraciones contenidas
paralizan la llegada del futuro,
por un presente venerado,
y así se derrumba,
se acerca al suelo,
suelo que parece acercarse inexorable,
pero él no ve un suelo aplastante,
sino un cielo expansivo,
un cielo vertiginoso al que caerse,
en caída libre hacia las estrellas,
una atracción hacia el más allá.

El cielo deviene océano,
sólo agua,
todo un universo
donde sumergirse,
buscando la paz infinita,
el cosquilleo de las burbujas,
de la espuma sagrada,
esperando santo refugio,
la calma del eterno silencio,
en el suelo del ring,
en el sueño del fin.

 

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.